
La resiliencia de este mercado es sorprendente, no hace mucho vi una viñeta sobre como una persona que había estado aislada durante cinco años volvía y, al contarle todo lo que había pasado (o estaba pasando) en el mundo, se frotaba las manos porque tenía posiciones cortas, pues la sorpresa que tenía al observar que desde el inicio de la pandemia una cartera de acciones mundiales ha crecido alrededor de un 70%, en este periodo hemos tenido; crisis del COVID; problemas globales de distribución; inicio de la invasión de Ucrania; crisis económica en China; tensión en Oriente Medio. Eventos que, hoy por hoy, siguen sin resolverse y tampoco existen muchas expectativas de que alguno se resuelva en un futuro inmediato. Sin embargo, las bolsas siguen imparables para desesperación de aquellos que pronostican el colapso financiero venidero.
El protagonismo de este tercer trimestre se centra principalmente en China, por fin parece que el gobierno y el PBOC (Banco Central Chino) se han decidido a tomar medidas contundentes, de hecho muchos han bautizado estas medidas como el “Momento Draghi Chino”, rememorando el “Whatever It Takes” de Mario Draghi en el 2012 cuando el Euro estaba en situación límite. Esto ha hecho que el mercado de acciones chino haya sido el protagonista en las últimas semanas de mes, la gran pregunta es si esto será suficiente para revitalizar su economía. Creemos que es algo muy positivo pero tenemos dudas de que permita el despegue económico definitivo dada la actitud de su gobierno hacia la economía, es una de las incógnitas a despejar en los próximos meses aunque es un hecho que la valoración de su mercado es muy bajo.
Geopolítica aparte, lo más relevante del trimestre es el giro definitivo de los bancos centrales a iniciar un ciclo de bajadas de tipos, primero fue el BCE y luego la FED, vemos como la inflación ha evolucionado favorablemente y en Europa se cierra Agosto con un +1,8% por debajo por fin de la meta del 2% que parecía inalcanzable, esperamos bajadas adicionales y cuidado a Europa porque la situación económica comienza a ser preocupante y creemos que los tipos en la zona Euro pueden, incluso, bajar más allá de lo previsto.
Mención particular merece la evolución del precio del petróleo ¿Puede un conflicto empujar hacia arriba su precio? ¿Por qué este no ha reaccionado a la situación actual? Varias razones, primero porque el principal factor para que suba su precio es China, y de momento su economía no actúa como catalizador, desde la parte de la oferta en los últimos años el peso de la OPEP se ha visto reducido respecto al que tenía en los años 70, cuando provocó la primera crisis del petróleo, además actualmente tenemos un país como Arabia Saudí que está deseando aumentar su producción y vender más, por lo que estarán encantados de compensar una parte de la oferta de petróleo que pudiera retirarse del mercado debido al conflicto en Oriente Medio, recordar que Irán y Arabia Saudita no son aliados políticos precisamente. Por otro lado, Rusia ha encontrado vías alternativas para seguir vendiendo su petróleo a pesar de las sanciones. Todo esto son buenas noticias para la inflación y al menos en la vertiente económica es un factor de soporte muy importante para los mercados.
En un entorno global de tipos a la baja seguimos creyendo que los mercados pueden ofrecer buenas rentabilidades, si bien el riesgo geopolítico ha aumentado, si los conflictos existentes no se generalizan y el petróleo consigue aguantar y los beneficios empresariales se aceleran como esperamos, el entorno todavía será favorable para los mercados. ¿Riesgos, obvio, cuando no los ha habido?
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