Intel está atravesando una etapa muy delicada. Con toda probabilidad las decisiones que están tomando estos días Pat Gelsinger y los demás directivos condicionarán profundamente el futuro de esta compañía. Sin ir más lejos Ben Sell, vicepresidente de desarrollo de tecnología de Intel, confirmó hace apenas veinte días que sus próximos microprocesadores para equipos de sobremesa, los chips con nombre en código ‘Arrow Lake-S’, no van a ser producidos en el nodo Intel 20A, como la compañía había previsto inicialmente en su itinerario.
Según Ben Sell el nodo 18A ha alcanzado la madurez necesaria para entrar en producción a gran escala en 2025 y se beneficiará de los recursos que van a ser reasignados desde el nodo 20A. El leitmotiv de este cambio de estrategia lo ha explicado Dave Zinsser, el director financiero de la compañía: Intel se saltará la comercialización del nodo 20A con el propósito de ahorrar 500 millones de dólares. En la difícil coyuntura que está atravesando esta empresa actualmente este recorte de los gastos parece una opción razonable.
En el escenario actual el nodo 18A va a ser el auténtico protagonista. De hecho, y esto es realmente importante, Intel ha confirmado que recibirá un máximo de 3.000 millones de dólares en el marco del programa ‘Chips and Science Act’ para fabricar de una manera fiable semiconductores para el Gobierno de EEUU. El nombre de este plan, «Enclave seguro», refleja uno de lo requisitos exigidos por la Administración: los chips deben producirse en la más estricta confidencialidad. Y, como podemos intuir, estos circuitos integrados se fabricarán en el nodo 18A.
La familia de chips ‘Clearwater Forest’ demostrará si el nodo 18A está a la altura
Como acabamos de ver, Intel ha puesto sus mejores huevos en una única cesta. La cesta del nodo 18A. Y en las circunstancias actuales no puede permitirse que esta jugada le salga mal. El primer chip que será fabricado de forma masiva en este nodo será el próximo Xeon ‘Clearwater Forest’ para servidores y estaciones de trabajo. Pat Gelsinger, el director general de Intel, ha confirmado algo evidente: el futuro de la compañía recae sobre esta tecnología de integración, de ahí que este SoC Xeon haya adquirido un rol fundamental para este fabricante de chips.
Si el nodo 18A inicia la producción a gran escala en 2025 Intel conseguirá culminar con éxito su plan conocido como «cinco nodos en cuatro años»
Intel va a fabricar muchos otros procesadores en su nodo 18A, pero es crucial que sus ingenieros consigan introducir los refinamientos y las optimizaciones que son necesarios para que la producción del chip ‘Clearwater Forest’ llegue a tiempo. Y, sobre todo, para que pueda fabricarse en masa. Solo así esta compañía generará la confianza que tanto necesita entre sus clientes potenciales. Además, si el nodo 18A inicia la producción a gran escala en 2025, como prevé Intel, y lo hace sin incidencias, esta compañía conseguirá culminar con éxito su plan conocido como «cinco nodos en cuatro años».
Curiosamente, los primeros chips de la familia ‘Clearwater Forest’ ya están fabricados. Intel los enseñó la semana pasada durante su evento ‘Enterprise Tech Tour ‘ que se celebró en Oregón (EEUU), pero esas unidades son el resultado tan solo de pruebas preliminares utilizando el nodo 18A. Como he mencionado unas líneas más arriba, Ben Sell nos anticipó que aunque esta litografía ya ha alcanzado la madurez, la producción a gran escala no llegará este año. Llegará en 2025.
Definitivamente el nodo 18A es crucial para Intel. Esta compañía asegura que esta tecnología de integración competirá con la mejor litografía de TSMC, y si realmente demuestra su competitividad la recuperación de Intel podría no estar lejos. Veremos qué sucede finalmente, pero no cabe duda de que llegan tiempos emocionantes.
Imagen | Intel
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