Presumió de tener un coche indestructible y la primera prueba no salió bien. Volvió a presumir de ello en un segundo intento y salió algo mejor, aunque hubo quien criticó cómo se realizaron las pruebas. Lo que está claro es que, más allá de bolas de hierro o balas de mayor o menor calibre, el Tesla Cybertruck es una mole que ni se inmuta en un choque.
Y eso es un problema para todos.
Una promesa. Desde que Tesla hizo público su Cybertruck, Elon Musk ha presumido de la indestructibilidad del coche. No siempre le ha salido bien, como el cristal roto el día de la primera presentación. El día de su puesta de largo, sin embargo, presumió de que el todoterreno eléctrico de la compañía era resistente a las balas. Por supuesto, alguien ha tratado de comprobarlo.
Una realidad. Y lo cierto es que sí, el Tesla Cybertruck es duro. Muy duro. Durísimo, podríamos decir. Al menos eso es lo que demostraron los primeros crash test, en los que veíamos cómo el coche apenas se inmutaba al estrellarlo contra una pared. Lanzado a 56 km/h, el coche se deformaba en la zona delantera pero el resto del vehículo, desde donde el parabrisas forma el primer triángulo, quedaba intacto.
También en la calle están comprobando que la promesa de Musk era cierta. En Carscoop recogían el choque entre un Tesla Cybertruck y un Nissan Sentra en el que el coche japonés había quedado totalmente destrozado y el vehículo eléctrico apenas mostraba daños estéticos.
Y un problema. Pese a lo que podría pensarse, esto es un peligro potencial para el resto de conductores y los propios pasajeros del vehículo. David Friedman, ex director de la NHSTA (agencia nacional encargada de la gestión del tráfico en Estados Unidos» señalaba a Reuters que «si chocas con otro vehículo y tu coche es más rígido, el contrario se aplastará y el tuyo será más resistente».
Esto es una redflag «para los ‘no ocupantes», en palabras de Julia Griswold, directora del Centro de Investigación y Educación sobre Transporte Seguro de la Universidad de California. Griswold señalaba el peligro en el que puede convertirse un vehículo de 3,1 toneladas lanzado a gran velocidad.
En el mismo sentido se pronunciaban diferentes grupos de presión y hasta representantes del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, en una carta abierta en el que se señalaba lo siguiente: «Esperamos que Tesla no traiga este vehículo a Europa. Un vehículo de este tamaño, potencia y enorme peso será letal para los peatones y ciclistas en una colisión».
Los peatones. Son, sin ninguna duda, los que peor parados pueden salir en caso de un accidente con un Tesla Cybertruck. No sólo es cuestión de que un atropello es el tipo de accidente con mayor riesgo de mortalidad, también es una cuestión estructural del modelo.
De hecho, es uno de los motivos por los que el coche no puede venderse en Europa. La Unión Europea exige que las aristas salientes en los coches tengan un redondeo de 3,2 milímetros para evitar que éstos se conviertan en cuchillas. Un Tesla Cybertruck apenas tiene un redondeo de 1,4 milímetros.
También para los pasajeros. Pero además de poner el foco en los «no ocupantes», que señala la experta a Reuters, Samer Hamdar, profesor de seguridad en el automóvil en la Universidad George Washington, se mostraba dudoso sobre las consecuencias de un impacto a alta velocidad para los que viajen en el interior del coche.
Hacía referencia a que el espacio deformable del vehículo era muy escaso. «Podría tener un mecanismo de absorción de impactos» que compense la poca cantidad de espacio deformable. Este espacio deformable es esencial para absorber la energía liberada en un impacto y que no se transmita al cuerpo de los pasajeros.
Sin embargo, la rotura del eje trasero en el famoso vídeo del choque frontal mientras el resto de la carrocería se mantenía casi intacta levantó sospechas desde el primer día por la cantidad de energía transmitida por el chasis. Para que esto no suceda, cualquier coche que se vende en Europa es una suma de estructuras que tratan de disipar la energía de un impacto en el menor tiempo posible, tratando de evitar que llegue hasta el conductor y los pasajeros.
«Y lo sabes». Como en el meme de Julio Iglesias, es lo que parecen decir las aseguradoras a los dueños del gigantesco todoterreno de Tesla. Algunos propietarios han ido alzando la voz porque no encuentran seguros que se atrevan a cubrir al Cybertruck.
Explicaban en Jalopnik que se debía a las dificultades de las aseguradoras de reparar el coche cuando éste sufría algún daño, ya que cambiar las planchas de acero de la carrocería es especialmente costoso. En Motorpasión también se hacían eco de que otra de las causas era «el mayor potencial» de causar daños causados a terceros en caso de accidente.
Mejor que se deforme. Teniendo en cuenta todo lo anterior, lo verdaderamente útil de un coche en caso de accidente es que se deforme. Que se deforme, por supuesto, lo que se tiene que deformar. Es lo que se entiende como deformación controlada.
Esto permite salvaguardar a los pasajeros de que se le transmita la energía liberada en un accidente pero también es obligatorio que el maletero de un coche no penetre en las plazas traseras si ha sido arrollado por otro vehículo o que el depósito de la gasolina quede dañado y aumente el riesgo de incendio.
Bajo investigación. Todo esto está siendo investigado por la NHTSA en Estados Unidos. La agencia está estudiando el comportamiento del Tesla Cybertruck en el que se considera el primer accidente mortal del todoterreno eléctrico.
En un choque con un muro de hormigón tras una salida de la carretera, el Tesla Cybertruck se incendió, lo que ha activado la alarma en el organismo. Pero, además, también se va a analizar si el vehículo protegió correctamente a sus ocupantes, lo que ayudará a determinar la efectividad de las áreas deformables del vehículo y si su superficie delantera, de tamaño contenido, es suficiente ante un choque frontal.
Foto | Tesla
En Xataka | Nos hemos subido al Tesla Cybertruck y hemos confirmado lo imaginado: es una completa locura