Junji Ito es uno de los talentos más inclasificables del actual manga de terror. Como los grandes maestros literarios del género (de los que bebe sin descanso: por ejemplo, Lovecraft es una de sus grandes influencias) su talento se desparrama tanto en historias largas como en pequeños relatos, viñetas de impacto directo que, con sus mutaciones corporales y sus psiques que se van despeñando por los abismos de la demencia, dejan una huella indeleble en el lector.
‘Uzumaki‘, su obra maestra, es una mezcla de ambas cosas: una historia larga que se divide en capítulos más o menos autoconclusivos (aunque hay un hilo conductor para todos) que cuentan cómo en un apacible pueblo japonés, sus habitantes se van volviendo locos con la presencia cada vez mas patente de formas espirales: de unas más cotidianas como los patrones de las nubes o los objetos del día a día a presencias más aterradoras, como los cabellos, los insectos o incluso los propios cuerpos de los amigos y familiares de la protagonista.
Junji Ito ha sido llevado a la pantalla en ocasiones diversas: existe un OVA de su ‘GYO’, así como dos antologías de relatos cortos, ‘Junji Ito Collection’ (que tienes en Crunchyroll) y ‘Junji Ito Maniac’ (que estrenó recientemente Netflix). También hay una adaptación previa en imagen real de ‘Uzumaki’, que toma su propio camino visual, diferente al manga pero igualmente magnífico. Esta nueva adaptación del manga en formato animado es la más fiel hasta la fecha, y brilla por su recreación de la atmósfera obsesiva del original.
Cinco años ha tardado ‘Uzumaki’ (que ya puedes ver en Max) en llegar a las pantallas pese a su brevedad (solo cuatro episodios de veinte minutos), y el mimo con el que se ha ejecutado se percibe en cada uno de sus planos. Los efectos de espirales son especialmente cuidadosos, con una combinación de 2D, 3D y efectos rotoscópicos que dan vida a las pesadillas circulares de Junji Ito, en una réplica en movimiento de las inolvidables estampas infernales del manga.
Todo en ‘Uzumaki’ está cuidado hasta el más mínimo detalle. Por ejemplo, la banda sonora es de Colin Stetson, uno de los grandes configuradores del sonido del horror moderno, ya que ha participado en películas como la ya fundamental ‘Hereditary’ u otra película que tiene mucho en común con esta ‘Uzumaki’, ‘Color Out of Space’. Con el blanco y negro como una herramienta expresiva de inusual potencia, estamos ante uno de los estrenos imprescindibles de horror de un octubre de camino a Halloween que se promete lleno de sorpresas.
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