Estados Unidos fue uno de los principales impulsores del Compromiso Global del Metano que, desde su redacción en 2021, han firmado 158 países. Hoy figura entre los de peor desempeño, y parte del problema es la inteligencia artificial.
Acuerdo incumplido. Un nuevo informe de Kayrros revela que las emisiones de metano siguen en alza. El Compromiso Global del Metano planteaba una reducción del 30% para el año 2030, pero la eficacia del acuerdo está ahora en duda.
El motivo son las cuestionables políticas de algunos países para combatir el cambio climático. Y el ejemplo más claro es Estados Unidos, que impulsó el acuerdo internacional, pero figura entre los peores desempeños del estudio.
El país del fracking. Aunque ya era el tercer mayor emisor de metano del mundo, después de China y la India, las emisiones estadounidenses han seguido en aumento con el auge de la producción de gas y petróleo de esquisto mediante fracturación hidráulica.
El grueso de las emisiones de metano de la industria no proviene de la combustión, sino de fugas en yacimientos de gas y prácticas especialmente contaminantes como el venteo y el quemado en antorcha o ‘flaring’.
Viejas prácticas. Es importante distinguir entre el consumo de gas natural para generar energía o calor y la quema de gas en antorcha (‘flaring’) durante las operaciones de fracking para deshacerse del gas residual sin aprovechar su potencial energético.
Lo segundo es mucho más contaminante, y una práctica habitual en Estados Unidos, aunque existan esfuerzos regulatorios para reducir su prevalencia.
La IA y el gas. Estados Unidos es un país hambriento de energía. La demanda no ha parado de crecer con las inversiones en manufactura y centros de datos, especialmente los que más consumen: los de IA.
La administración Biden ha mantenido la postura de que es posible reducir las emisiones aunque se incremente la producción de combustibles fósiles, como el petróleo y el gas, ya que fuentes de energía más contaminantes, como el carbón, están siendo sustituidas por las renovables.
Pero a medida que la IA consume más y más energía, la producción de campos petrolíferos y de gas sigue expandiéndose, y las emisiones lo harán también.
El papel de la agricultura. Gran parte de las emisiones de metano provienen de la agricultura, especialmente la ganadería. Pero las fugas de metano de los yacimientos de gas natural y la quema o el venteo de gas en los campos de petróleo son un problema mucho más fácil de abordar.
Mientras otros países firmantes como Australia han logrado reducciones notables, Estados Unidos está cada vez más lejos de cumplir su compromiso para 2030.
Imagen | Flares for Miles (CC BY-NC-ND 2.0)
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