Jeremy Saulnier es el director y guionista de esta pequeña joya, un thriller intenso y sin monsergas producido para Netflix: ‘Rebel Ridge‘ lleva una semana encaramada en lo más alto del top de la plataforma, con más de 68 millones de horas vistas y más de 31 millones de visualizaciones. Lo brutal de su concepto y lo poco acostumbrados que estamos a thrillers de esta intensidad lo han convertido en una de las propuestas del año para la plataforma.
Saulnier tiene ya experiencia en este tipo de películas: suyas son las estupendas ‘Blue Ruin’, ‘Green Room’ y ‘Noche de lobos’, películas cuyo argumento se despacha en apenas tres líneas, pero que presentan a personajes presionados hasta el límite de sus fuerzas físicas y psicológicas y que acaban estallando, llevándose todo lo que tienen a su alrededor por delante. Alo así sucede en ‘Rebel Ridge’.
La película cuenta cómo un ex marine regresa a su pequeña ciudad natal en Kentucky. Traumatizado por el tiempo que pasó en el ejército, busca una vida tranquila, pero pronto descubre que la comunidad en la que creció está sumida en la corrupción. Las personas más vulnerables (entre ellos su familia) están en peligro por una red criminal comandada por la policía local y las autoridades. El marine decide hacer justicia él mismo.
‘Rebel Ridge’, como todas las películas de Saulnier, tiene algo que contar tras la violencia de sus imágenes y sus antihéroes decididos: en este caso se trata de un retrato de la corrupción enquistada en las instituciones, aunque sea en casos a pequeña escala. Un retrato de cómo los poderosos se ceban en las capas más débiles de la sociedad que se ve perfilada por las notables interpretaciones de Aaron Pierre como el exmarine y Don Johnson como el jefe de policía.
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