A pesar de todo el esfuerzo global, las emisiones de gases de efecto invernadero siguen en aumento. ¿Qué haremos si todo falla? ¿Podremos volver atrás si las temperaturas suben más allá de los 1,5 ºC que el Acuerdo de París estableció como límite? En Suiza, un equipo de científicos cree que el plan B es la geoingeniería solar. Y el polvo de diamante, nuestro as bajo la manga para enfriar el planeta.
Una propuesta glamurosa. Investigadores de ETH Zürich proponen inyectar millones de toneladas de polvo de diamante en la estratosfera como solución temporal al calentamiento global.
Según los cálculos publicados en Geophysical Research Letters, disparar cinco millones de toneladas de polvo de diamante cada año reflejaría suficiente luz solar para reducir la temperatura global 1,6 ºC en 45 años, mitigando los efectos más severos del cambio climático.
De inspiración volcánica. Este método imita el efecto de enfriamiento de las erupciones volcánicas más violentas de la historia. Cuando un volcán libera dióxido de azufre en la atmósfera, se forman aerosoles que reflejan la luz solar. Si lo hace en grandes cantidades, la erupción reduce temporalmente las temperaturas en todo el planeta.
Pero a diferencia del dióxido de azufre, el polvo de diamante es químicamente inerte y no daña la capa de ozono, ni provoca lluvia ácida. Además, sus propiedades ópticas son ideales para reflejar la luz solar.
El desafío económico. Luego está el tema del precio. El coste estimado de mantener esta iniciativa hasta finales de siglo, calculan los científicos, es de más de 200 billones de dólares (diez veces el PIB de Estados Unidos o China), lo que representa un obstáculo significativo para su implementación.
Y sí, el estudio se refiere en todo momento a diamantes sintéticos. Aunque también explora materiales más abundantes y fáciles de producir, como la calcita y la alúmina, que podrían ofrecer beneficios similares por un presupuesto menor.
Una medida desesperada. Como el martillo detrás de un vidrio que dice «romper en caso de emergencia», los autores consideran su propia idea una vía de salvación por si los compromisos de cero emisiones netas, las instalaciones de energía renovable y las tecnologías de captura de carbono no avanzan lo suficiente para frenar el calentamiento global.
Aunque los modelos muestran resultados prometedores, inyectar millones de toneladas de polvo de diamante en la atmósfera podría tener impactos ambientales a largo plazo que los científicos y sus simulaciones hayan pasado por alto. Aun así, los autores abogan por más investigación para evaluar la viabilidad práctica y las implicaciones ecológicas de la geoingeniería contra el cambio climático.
Imagen | woodleywonderworks (Flickr, CC BY 2.0)