Tomar el relevo a alguien como Steve Jobs no debió ser fácil para Tim Cook. El actual CEO de Apple ha destacado en repetidas ocasiones la enorme influencia que Steve Jobs tuvo en su carrera y en su forma de dirigir Apple. Según Cook, una de las lecciones más valiosas que le enseñó Jobs le ha permitido llevar a Apple hasta el lugar que la compañía ocupa en la actualidad: ser capaz de cambiar de opinión.
Rectificar es de sabios
«Para aquellos de nosotros que tuvimos la suerte de trabajar con él, fue el maestro de toda una vida», confesó Tim Cook en una reciente entrevista para The Wall Street Journal.
Cook estaba trabajando en Compaq cuando Steve Jobs quiso ficharle para renovar la cúpula de mando tras su vuelta a Apple. Después de tener su entrevista con Jobs, Tim Cook abandonó una carrera estable y bien remunerada para embarcarse en la aventura de reconstruir una compañía que, tal y como confesaba Cook en su entrevista: «La gente lo ha olvidado, pero Apple estaba al borde de la bancarrota y fue una época terrible». Aun así, el CEO de Apple aseguraba en una entrevista con David Rubenstein que aquella fue «quizás la mejor decisión de mi vida».
Cook trabajó junto a Jobs durante los siguientes 13 años, un período en el que, según explicaba, aprendió lecciones cruciales que siguen marcando su trayectoria en la actualidad. Una de las habilidades de Jobs que Cook recordó con especial admiración fue su capacidad de cambiar de opinión cuando otra persona le mostraba los argumentos suficientes.
Según Tim Cook, la capacidad de cambiar de opinión no es una característica común en el mundo de los negocios ni en la vida en general. «Muy pocas personas tienen esa habilidad porque se casan con sus puntos de vista anteriores. Steve Jobs cambió de opinión muchas veces y lo hizo sobre muchas cosas».
El CEO de Apple aseguró que, con el tiempo, él también aprendió a «No aferrarme a mis opiniones pasadas. No estar tan orgulloso de no poder cambiar de opinión cuando se me presentan nuevas evidencias. Él podía cambiar así… Al principio, eso me sorprendió un poco. Pero luego me enamoré por completo de esa capacidad Era una habilidad brillante», explicó Cook durante la entrevista.
Nos cuesta cambiar de opinión
A Mark Twain se le atribuye la frase: «Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos que han sido engañados». Esa frase plasma a la perfección la dificultad del ser humano para cambiar de opinión, incluso cuando se le aportan pruebas de lo contrario.
Cook señaló en su entrevista que pocas personas logran desarrollar esa habilidad de reconocer que se está equivocado y cambiar de opinión. La ciencia lo corrobora y, según las investigaciones del Instituto Alan Turing, lo habitual es formarse opiniones basadas en emociones y sesgos cognitivos, haciendo menos probable el cambio de opinión sobre algo.
En ese proceso intervienen factores psicológicos como el sesgo de confirmación, que tiende a restar valor a aquellas evidencias que contradicen nuestras creencias existentes, y dificulta la capacidad de aceptar que se está equivocado.
Como explicaba Keith Bellizzi, profesor de Desarrollo Humano y Ciencias de la Familia de la Universidad de Connecticut, «Las personas se forman opiniones basándose en emociones, como el miedo, el desprecio y la ira, en lugar de basarse en hechos. Los nuevos hechos no suelen cambiar la opinión de las personas. En lugar de reevaluar lo que han creído hasta ahora, las personas tienden a rechazar las evidencias incompatibles«. Los psicólogos denominan este fenómeno «perseverancia en la creencia» y todo el mundo puede ser presa de esta forma arraigada de pensar.
El liderazgo flexible
Según recoge una publicación en el blog de Jason Fried, cofundador de Basecamp, Jeff Bezos también comparte la opinión de Tim Cook, afirmando que » […] las personas que tenían razón muchas veces eran personas que cambiaban de opinión con frecuencia […]. Es perfectamente saludable –incluso alentador– tener una idea mañana que contradiga tu idea de hoy”. El fundador de Amazon lo creía tan firmemente que convirtió la capacidad para cambiar de opinión en el cuarto punto de los Principios de liderazgo de la compañía.
El liderazgo de Cook en Apple ha estado influenciado por esa disposición a cambiar de opinión que tanto admiraba en Jobs. Esta flexibilidad, conocida en psicología como flexibilidad cognitiva, es clave para tomar mejores decisiones, porque éstas no estarán basadas en sesgos cognitivos sino en evidencias, como demuestran los estudios de investigadores de la Universidad de Stony Brook.
Aceptar esos cambios implica estar dispuesto a sopesar una amplia gama de opiniones antes de llegar a una conclusión. En palabras de Cook: «Él [Jobs] amaba debatir, y siempre podías hacerle cambiar de opinión si tenías la mejor idea. Nos hacíamos cambiar de opinión mutuamente».
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Imagen | Flickr (Fortune CEO Initiative, David Geller)