Las Big Tech están gastando dinero en IA como si no hubiera un mañana. Estas gigantescas inversiones son el arma que todas ellas tienen para ganar la carrera de la inteligencia artificial, y en los últimos tiempos se centran especialmente en un apartado: los centros de datos.
Centros de datos al poder. Estas instalaciones albergan miles de servidores en los que se recibe, almacena, procesa y envía la información, y para funcionar necesitan mucho hardware y mucha energía. O lo que es lo mismo: mucho (muchísimo) dinero.
Cuantos más (y más distribuidos), mejor. Microsoft es un claro ejemplo de esta fiebre por tener todos los centros de datos que pueda. En los últimos doce meses ha invertido más de 30.000 millones de dólares y ha llegado a acuerdos con diversos países en todo el mundo para crear nuevos centros de datos o al menos impulsar el desarrollo de la IA en esas localizaciones. Su objetivo, como el de sus competidores, es armarse para esa guerra de la IA, pero eso ha hecho que tanto ella como el resto vean cómo los gastos no paran de subir. Y para entender lo que está pasando basta con prestar atención a los gastos de capital, conocidos como CapEx.
Qué es el CapEx. Son los gastos que realiza una compañía para adquirir, mejorar o mantener activos fijos a largo plazo. Estos activos pueden incluir equipos, infraestructura, software o bienes raíces, que son esenciales para las operaciones de la empresa. Es un concepto distinto de los gastos operativos (pagos de sueldos, servicios), y es especialmente interesante porque revela qué inversiones hace una empresa para su crecimiento futuro a medio y largo plazo. Más sobre esto más adelante.
El CapEx conjunto ya roza los 60.000 millones de dólares. Como señalaban en The New York Times, las grandes empresas tecnológicas han acelerado en su inversión en tecnología de IA generativa. Un estudio del Capex de las cinco grandes protagonistas (Amazon, Apple, Google, Meta y Microsoft) revela cómo sus gastos de capital conjuntos ya rozaron los 60.000 millones de dólares en el segundo trimestre de 2024, cuando el anterior ese gasto no llegaba a los 50.000 y hace un año apenas rondaba los 35.000 millones de dólares. Y cuidado, porque todo apunta a que esa cifra irá a más los próximos trimestres.
Más madera, es la guerra. La célebre frase —que apareció en la versión española de la película ‘Los hermanos Marx en el Oeste’ de 1940— es perfectamente aplicable en este ámbito. Todas las grandes tecnológicas han comenzado a invertir cada vez más dinero y recursos en IA, y precisamente es posible analizar la situación a través del CapEx que han ido indicando todas ellas en sus resultados trimestrales. Algunos ejemplos y una aclaración: las cifras de CapEx utilizadas se deben en gran parte a las inversiones en centros de datos para IA, pero incluyen otros gastos de capital que pueden no estar relacionados con ese ámbito específico. Por ejemplo, el de la propia operativa de la infraestructura en la nube de estas empresas.
- Meta. Mark Zuckerberg comenzó el año indicando que Meta invertiría 30.000 millones de dólares en 2024 en nueva infraestructura. En abril la cifra se elevó a 35.000 millones de dólares. A finales de julio volvió a cambiar esa previsión y dijo que serían al menos 37.000 millones de dólares. En los seis primeros meses del año el CapEx ha sido de 14.500 millones de dólares. Susa Li, CFO de la empresa, indicó que esperaban que el CapEx «continúe creciendo al invertir agresivamente para apoyar nuestros esfuerzos en el desarrollo de productos e investigación de IA». La ambición de Meta es además crear una AGI.
- Google. Google está gastando aún más, y en los seis primeros meses del año ya lleva un CapEx combinado de más de 25.000 millones de dólares. En la ronda de preguntas al presentar los resultados del segundo trimestre, alguien le preguntó a Sundar Pichai si no se estaban pasando. Él explicó claramente que no: «el riesgo de invertir de menos es dramáticamente mayor que el riesgo de invertir de más para nosotros aquí, incluso en escenarios en los que si resulta que estamos invirtiendo de más… son infraestructuras que nos son ampliamente útiles…». Es una apreciación interesante: incluso si la apuesta por la IA no sale bien, todo ese hardware seguirá siendo útil según Pichai.
- Amazon. El gigante del comercio electrónico ha cambiado el foco. Ya no quiere ser (solo) la tienda en la que encontrar de todo. Ahora también quiere ganar la guerra de la IA, y planea gastar 100.000 millones de dólares a lo largo de la próxima década para conseguirlo. No va por mal camino: solo en los primeros seis meses de 2024 su CapEx combinado ha sido de 32.600 millones de dólares. El CFO dijo en verano que esperan que el CapEx sea aún mayor en la segunda mitad del año, y que «la mayor parte del gasto se destinará a apoyar la creciente necesidad de infraestructura de AWS, ya que seguimos observando una fuerte demanda tanto en la IA generativa como en nuestras cargas de trabajo de IA no generativa».
- Microsoft. Como decíamos, si hay una empresa que está apostando por los centros de datos para IA, esa es Microsoft. Su CapEx combinado para los dos primeros trimestres de 2024 no es tan alto como el de Amazon, «solo» 25.000 millones de dólares), pero como hemos visto, sus planes a corto plazo pasan por invertir mucho, mucho más. Su ambición con los centros de datos es tan grande que es probable que eso impida que cumpla con su promesa de ser negativo en carbono en 2030. Hay que tener en cuenta aquí que Microsoft se encarga de dar servicio a OpenAI y a ChatGPT, el chatbot de IA generativa más popular del mercado ahora mismo. Eso consume muchos recursos y hace necesarias inversiones importantes.
- Apple. La firma de Cupertino puede tener aquí problemas, porque al menos en lo que se refiere a la inversión destinada a IA, su cuantía es mucho más limitada. En los primeros seis meses de 2024 su CapEx total fue de algo más de 4.000 millones de dólares, y aunque la empresa está desarrollando su propia estrategia —como chips de IA para centros de datos— no parece tener prisa ni ganas de construir centros de datos por todos lados.
Una inversión histórica (y que deja en ridículo a las anteriores). Lo que está ocurriendo actualmente con la IA es especialmente llamativo si tenemos en cuenta que los CapEx de estas compañías jamás fueron tan altos en anteriores «explosiones tecnológicas». Google, que lideró el auge de la web 2.0 con su buscador y YouTube invirtió en centros de datos, pero jamás con la voracidad que lo está haciendo ahora. Lo mismo es cierto para Meta, que hasta 2020 casi nunca había superado los 3.000 millones de dólares de CapEx por trimestre.
Incluso Amazon y Microsoft, que son responsables de las dos principales infraestructuras en la nube del mundo (AWS y Azure) . Hasta principios de 2020 los CapEx máximos rondaban los 5.000 millones de dólares (Amazon) y 4.000 millones de dólares (Microsoft). A partir de ahí se dispararon, sobre todo en los últimos doce meses.
Apostando a largo plazo. Decíamos que el CapEx revela mucho sobre las inversiones a medio y largo plazo, y en el caso de la IA es precisamente así. Varios responsables de grandes empresas tecnológicas llevan tiempo tratando de explicar que con esta tecnología no están buscando beneficios inmediatos: la rentabilidad a la que aspiran está en el largo plazo. Amy Hood, directora financiera de Microsoft, lo comentó en julio de 2024 en Forbes: «Nuestras inversiones en centros de datos están destinadas a respaldar la monetización de nuestra tecnología de IA durante los próximos 15 años y más allá». Es desde luego un mensaje claro para los inversores, a quienes Microsoft quiere tratar de pedir paciencia. Otra cosa muy distinta es que la tengan.
Esto se nos está yendo de las manos. Los propios analistas no ven nada claro el sentido de estas inversiones y por todos lados se habla de que estamos ante una potencial burbuja. La IA es el probablemente la mayor hoguera de dinero de toda la historia. Un informe reciente de Goldman Sachs estima que el gasto conjunto seguirá creciendo en los próximos años y ascenderá a un billón de dólares, una cantidad absolutamente demencial: se estima que el producto interior bruto de España en 2024 será de 1,65 billones de dólares, por ejemplo. Como decía Jim Covello, uno de los responsables del estudio de Goldman, «¿Qué problema que valga un billón de dólares va a resolver la IA?». Es una buena pregunta. Y los CEOs de las Big Tech no acaban de darnos la respuesta.
Imagen | Microsoft
En Xataka | OpenAI está quemando el dinero como si no hubiera mañana. La pregunta es cuánto podrá aguantar así