Frontier, la ambiciosa máquina del Laboratorio Nacional Oak Ridge (EEUU), es actualmente el superordenador más potente que existe. Según los analistas que confeccionan la clasificación TOP500 aglutina nada menos que 8.699.904 núcleos y entrega un rendimiento Rmax de 1.206 petaFLOPS/s, un Rpeak de 1.714,81 petaFLOPS/s y un consumo energético de 22.786 kW. Es evidente que estamos ante una máquina colosal que ya está ayudando a los científicos a obtener resultados muy prometedores gracias a su descomunal potencia de cálculo.
Precisamente la semana pasada os contamos que un grupo de investigadores ha conseguido entender en gran medida las interacciones magnéticas que se producen en el núcleo del átomo de calcio-48 con la ayuda de Frontier. Este superordenador lidera la lista TOP500 desde hace algo más de dos años, pero sus horas como la máquina más potente que existe están contadas. Y es que el instituto de investigación RIKEN de Japón y Fujitsu ya están trabajando en un titánico superordenador destinado a reemplazar a Fugaku, que actualmente ocupa la cuarta posición en la clasificación TOP500.
El gran problema no es la potencia; es el consumo eléctrico
Se llamará provisionalmente Fugaku Next y con toda probabilidad cuando esté listo en 2030 será el superordenador más potente en ese momento. De hecho, los investigadores del instituto RIKEN pronostican que será 1.000 veces más rápido que los superordenadores más capaces que están en operación actualmente. Costará aproximadamente 750 millones de dólares, pero lo más importante es que su rendimiento le permitirá derribar la barrera de los exaFLOPS y adentrarse en el terreno de los zetaFLOPS. Es difícil hacerse una idea precisa acerca de la descomunal capacidad de cálculo que tienen estas máquinas.
Los investigadores japoneses esperan utilizar Fugaku Next tanto para aplicaciones científicas como para inteligencia artificial
Un apunte interesante: el rendimiento de los superordenadores más potentes que están en operación actualmente se mide en exaFLOPS, por lo que son capaces de llevar a cabo más de un quintillón de cálculos por segundo en el sistema de numeración corto utilizado por los anglosajones (un 1 seguido de 18 ceros). El rendimiento de Fugaku Next, sin embargo, superará según sus diseñadores el sextillón en el sistema de numeración corto (un 1 seguido de 21 ceros). Los investigadores japoneses esperan utilizar esta máquina tanto para aplicaciones científicas como para inteligencia artificial (IA).
Todo lo que hemos visto hasta ahora está muy bien. No es fácil poner a punto una máquina con un rendimiento tan alto debido a que, entre otras cosas, exige trabajar codo con codo con un sistema de refrigeración realmente avanzado. Aun así, el mayor desafío al que se enfrentan los técnicos del laboratorio RIKEN y Fujitsu que están trabajando en Fugaku Next es optimizar su eficiencia energética. De hecho, según un informe elaborado en 2023 por HPCwire una máquina de estas características requiere la energía que producen nada menos que 21 centrales nucleares de tamaño medio. Es evidente que es un obstáculo enorme. Si Japón realmente quiere poner a punto un superordenador de clase zeta tendrá que derribarlo.
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