A largo plazo, invertir en Bolsa rinde de el 5,1%, frente al 1,8% de la deuda y el 0,5% anual de las Letras del Tesoro americano, según el informe anual Global Investment Retuns Yearbook 2024, que analiza el periodo de 1900 a 2023.
La mayor parte de la rentabilidad de los activos a largo plazo se consigue durante los ciclos de relajación monetaria, según el informe de referencia de las rentabilidades de los mercados a largo plazo.
El 45% del tiempo transcurrido entre 1914 y 2023, los mercados de Estados Unidos vivieron ciclos alcistas de los tipos de interés y la rentabilidad anualizada de las bolsas fue del 9,4% y la de los bonos estadounidenses, del 3,6%. En cambio, el tiempo restante, el 55%, la tendencia de los tipos fue bajista y la rentabilidad de la renta variable fue del 3,6%, y los bonos perdieron el 0,3%.
“Las rentabilidades a largo plazo previstas para la renta variable y la renta fija se encuentran en este momento dos puntos porcentuales por encima del nivel de hace dos años”, según el estudio.
Por mercados, EEUU destaca con una rentabilidad media anual de la bolsa del 6,5%, frente al 1,7% de la renta fija y el 0,5% de las Letras. Bate la rentabilidad de la Bolsa mundial y supera con creces el 4,2% que de la Bolsa europea y el 3,5% de la Bolsa española.
EEUU representa un asombroso 60,5% del valor total de la renta variable invertible a escala mundial.
Los mejores inversores
La generación de los Baby Boomers es hasta ahora la que sale mejor parada: logra una rentabilidad media anual en Bolsa del 6,8%. La cartera clásica 60/40, dominada por la renta variable, obtiene desde 1950 un rendimiento anualizado del 5,6%, con una cartera 60/40 (60% renta variable y 40% renta fija).
La Generación X, nacidos en 1970, logra una rentabilidad en Bolsa del 5,4%, y los Millennials que nacieron a partir de los 90, un 4,5%. En este caso, llama la atención que con una cartera 60/40 su retorno sube al 4,9%.