La Corte Penal Internacional de La Haya anunció este jueves 21 de noviembre que emitió órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra en Gaza. También contra el líder de Hamás, Mohammed Diab Ibrahim Al-Masri, conocido como Mohammed Deif, acusado de los mismos delitos, tras el sangriento ataque del grupo islamista en el territorio israelí hace más de un año que detonó la escalada de la guerra en curso.
Órdenes de captura de la Corte Penal Internacional (CPI), tanto para los altos mandos del Gobierno israelí, como contra dirigentes de Hamás, vinculados a la guerra en curso en Gaza.
Se trata del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y quien hasta hace poco fuera su ministro de Defensa, Yoav Gallant, así como el líder de Hamás, Mohammed Diab Ibrahim Al-Masri, también conocido como Mohammed Deif. Todos están acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
«La Sala consideró que hay motivos razonables para creer que ambos individuos privaron intencionalmente y a sabiendas a la población civil de Gaza de objetos indispensables para su supervivencia, incluidos alimentos, agua, medicamentos y suministros médicos, así como combustible y electricidad», escribió el panel de tres jueces en su decisión unánime, conocida este 21 de noviembre, de emitir órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant.
La medida llega meses después de que así lo solicitara el fiscal de la CPI, Karim Khan.
El pasado 20 de mayo, Khan pidió a ese tribunal internacional orden de captura contra Netanyahu, y Gallant, al señalar que “tienen responsabilidades criminales por crímenes internacionales, cometidos en el territorio palestino al menos desde el 8 de octubre de 2023”, en referencia a la guerra en curso detonada por el sangriento ataque de Hamás que dejó alrededor de 1.200 muertos y 250 secuestrados en el sur de Israel.
La respuesta israelí en Gaza deja más de 44.000 personas muertas, la gran mayoría civiles, según la última actualización del Ministerio de Salud local.
“Los crímenes incluyen el hambre de civiles, como método de guerra, causar intencionalmente grandes sufrimientos o daños graves a la integridad física o la salud y trato cruel, ataques intencionalmente dirigidos contra la población civil, al igual que crímenes contra la humanidad, como exterminio, asesinato y persecución”, explicó Khan entonces sobre la medida contra Netanyahu y Gallant.
Situation in the State of Palestine:#ICC Pre-Trial Chamber I rejects the State of Israel’s challenges to jurisdiction and issues warrants of arrest for Benjamin Netanyahu and Yoav Gallant. Learn more ⤵️ https://t.co/opHUjZG8BL
— Int’l Criminal Court (@IntlCrimCourt) November 21, 2024
Con respecto al líder de Hamás, Mohammed Diab Ibrahim Al-Masri, el fiscal de la CPI aseguró en ese momento que tiene responsabilidad por «crímenes internacionales cometidos en territorio de Israel y el Estado de Palestina, desde al menos el 7 de octubre de 2023».
Entre los delitos de los que el dirigente del grupo islamista está acusado, Khan enumeró «exterminio, como crimen contra la humanidad, asesinato, como crimen contra la humanidad y crimen de guerra, toma de rehenes, como crimen de guerra, violación y otros actos de violencia sexual durante cautiverio, como crímenes contra la humanidad. Y crímenes de guerra: tortura, durante cautiverio, como crimen contra la humanidad y crimen de guerra, trato cruel durante el cautiverio, como crimen de guerra, y actos contra la dignidad humana durante la retención”.
Sin embargo, el pasado agosto, las autoridades israelíes aseguraron que Al-Masri había muerto un mes antes, en un ataque de las fuerzas del Estado de mayoría judía.
Reacciones
Líderes mundiales ya han empezado a reaccionar a la decisión de hoy de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el exministro de Defensa del país hebreo Yoav Gallant por presuntos crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, declaró que las órdenes de detención de la CPI contra dos altos dirigentes israelíes no son «políticas». Además, insistió en que las decisiones del tribunal deben respetarse y aplicarse.
Desde la Casa Blanca, han declarado que EE.UU. rechaza categóricamente la decisión de la CPI.
El senador republicano Lindsey Graham dijo que el tribunal es «una broma peligrosa». «Ya es hora de que el Senado estadounidense actúe y sancione a este órgano irresponsable», denunció.
El congresista Mike Waltz, candidato al puesto de asesor de Seguridad Nacional en la Administración de Donald Trump, señaló en sus redes sociales que «la CPI no tiene credibilidad y estas acusaciones han sido refutadas por el Gobierno de Estados Unidos». «Israel ha defendido legítimamente a su pueblo y sus fronteras de terroristas genocidas. Puede esperar una respuesta contundente a la parcialidad antisemita de la CPI y la ONU el próximo mes de enero», criticó.
La Autoridad Palestina saludó la decisión de la CPI, destacando que el fallo restablece la esperanza y confianza en el derecho internacional y sus instituciones, así como en la rendición de cuentas y el enjuiciamiento de los criminales de guerra, especialmente en un momento en que el pueblo palestino está sometido a un genocidio.
Pidió a todos los países que acaten las decisiones de la CPI y a las Naciones Unidas que implementen ese veredicto, corten todo contacto con Netanyahu y Gallant, y dejen de celebrar reuniones con ellos por su estatus de criminales de guerra.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha recalcado que la postura de su país sigue sin cambios: «Es realmente importante que todos acaten el derecho internacional». «Somos uno de los miembros fundadores de la Corte Penal Internacional, de la Corte Internacional de Justicia, defendemos el derecho internacional y acataremos todas las regulaciones y fallos de los tribunales internacionales», declaró en rueda de prensa.
El ministro neerlandés de Asuntos Exteriores, Caspar Veldkamp, declaró que su país está dispuesto a actuar tras la noticia.
Hamás, por su parte, pidió a los países del mundo que «cooperen con el tribunal para llevar ante la justicia a los criminales de guerra Netanyahu y Gallant y poner fin a los crímenes de genocidio contra civiles en Gaza», recoge Al Jazeera. Mientras, un alto cargo del grupo, Basem Naim, expresó: «Se trata de un paso importante en el camino hacia la justicia a las víctimas, pero sigue siendo un paso limitado y espiritual si no cuenta con el respaldo práctico de todos los países».
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificó de «genocida» al primer ministro israelí. «Netanyahu es un genocida. El tribunal de justicia del mundo lo dice y se debe acatar su fallo», expresó. Asimismo, el mandatario afirmó que la decisión de la CPI es «lógica».
La ministra española de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, escribió en sus redes sociales que su país siempre está «del lado de la justicia y el derecho internacional». «El genocidio del pueblo palestino no puede quedar impune«, agregó.
El ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi, afirmó que la decisión de la CPI debe respetarse y aplicarse, y añadió que los palestinos merecen justicia tras lo que describió como «crímenes de guerra» de Israel en el enclave palestino, según Reuters.
El Gobierno sudafricano acogió con satisfacción las órdenes de detención de la CPI y afirmó que se trata de una «evolución significativa de la situación». «Estas acciones marcan un paso significativo hacia la justicia por los crímenes contra la humanidad y los crímenes de guerra en Palestina. Sudáfrica reafirma su compromiso con el derecho internacional e insta a todos los Estados parte a que actúen de acuerdo con las obligaciones que les impone el Estatuto de Roma», dijo en un comunicado.
El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores francés declaró que la reacción francesa a las órdenes de detención sería «conforme a los estatutos de la CPI».
La viceprimera ministra belga, Petra De Sutter, instó a los países europeos y a la comunidad internacional a ejecutar las órdenes de detención. «Europa debe cumplir. Imponer sanciones económicas, suspender el Acuerdo de Asociación con Israel y mantener estas órdenes de detención», instó.
El líder argentino, Javier Milei, manifestó su «profundo desacuerdo» con la medida. «Esta resolución ignora el legítimo derecho de Israel a defenderse frente a ataques constantes por parte de organizaciones terroristas como Hamás y Hezbolá», indicó. «La Argentina se solidariza con Israel, reafirma su derecho a proteger a su pueblo y exige la liberación inmediata de todos los rehenes», agregó.
El primer ministro irlandés, Simon Harris, ha dicho que la decisión de dictar órdenes de detención contra los dos funcionarios «no podría ser más seria». Harris declaró que Irlanda respeta el papel de la CPI y que cualquiera que esté en condiciones de ayudarle a llevar a cabo su trabajo debe hacerlo «con urgencia».