Una calle, dos personas y decenas de coches acumulados uno sobre otros colapsando por completo una calle de Picanya. Si hay una fotografía que define la magnitud de la tragedia vivida por la DANA de Valencia es la de Biel Aliñó.
Con las primeras luces del 30 de octubre empezamos a contemplar la magnitud de lo sucedido. No era raro quien se preguntaba en redes sociales si lo que tenía ante los ojos era una imagen generada por inteligencia artificial. La fotografía no parecía real. Tres figuras, apenas miniaturas, frente a un caos de carrocerías, ruedas y cristales agolpados unos sobre otros.
Decenas de coches que, poco a poco, están siendo retirados de las calles para dejarlos a un lado a la espera de sus dueños, peritarlos y decidir qué sucede con ellos. Por delante, dos opciones: mandarlos al desguace o intentar arreglarlos y devolverlos a la vida.
Así se está trabajando estos días en Valencia.
Más de 100.000 vehículos
Cuántos coches han sido afectados por la DANA de Valencia es un dato que todavía está por concretarse. Según la última nota enviada por el Consorcio de Compensación de Seguros, se han inscrito 83.437 solicitudes de indemnización. La cifra es del pasado 8 de noviembre y todo indica que está muy lejos de la cifra real.
Esta cifra no hace referencia al número de siniestros que se cuantificarán en Valencia. De momento, los peritos tienen que evaluar si el coche es reparable y cuantificar a qué importe ascienden los daños. Si este importe supera el valor venal del vehículo, los dueños sólo recibirán esa cantidad de dinero y tendrán que decidir si se arriesgan y reparan el vehículo o, por el contrario, deciden deshacerse del mismo y enviarlo a un centro de tratamiento de vehículos, lo que conocemos como desguace.
Los datos aportados por el Consorcio de Compensación de Seguros, sin embargo, es muy probable que estén lejos de la magnitud real del problema. La Red de Empresas de Auxilio en Carretera (REAC) asegura que son más de 100.000 los vehículos afectados.
REAC ha aportado gruístas voluntariamente de todas partes de España para despejar cuanto antes las carreteras y las calles. «Nos hemos centrado primero en esto pero queda por ver cuántos coches hay afectados en los garajes», nos explican desde la asociación que recuerdan que «en los primeros días, los trabajos eran muy complejos por la dificultad para moverse por el entorno pero con el paso del tiempo se ha ido ganando velocidad. Ahora mismo hay días que estamos trasladando entre 500 y 600 coches«.
Estos gruístas voluntarios han sido claves para la UME, a quienes han ido abriendo paso y despejando el camino. Así los servicios de emergencias pudieran trabajar con la mayor celeridad posible. Un trabajo que reconocen desde la Asociación Española del Desguace y Reciclaje del Automóvil (AEDRA) como «magnífico», en palabras de Germán Catoira, su presidente.
Los vehículos recogidos están siendo llevados a todos los desguaces disponibles «pero no hay espacio suficiente», explica Catoira. Para solventar la situación, se han habilitado campas temporales donde los gruístas van estacionando vehículos que esperan, posteriormente, que un perito decida el grado de afectación del automóvil y, sobre todo, que se encuentre al propietario para que éste decida.
Encontrando al propietario
Aunque la carga y descarga de vehículos parece funcionar a buen ritmo, hay otros retos por delante. Antes de gestionar toda la burocracia relacionada con los vehículos, es imperante encontrar a los propietarios. Pero, sobre todo, es preocupante la cantidad de personas que no saben dónde se encuentra su coche o qué ha sido de él.
«Por eso trabajamos con ayuntamientos y gruístas, para registrar masivamente los coches que llegan a las campas». Las palabras son de Juan Francisco Soler, profesor de informática en el IES ALYANUB de Vera, Almería; y de lo que habla es de tucochedana.es, una base de datos digital para ayudar a que los propietarios encuentren sus vehículos.
El sábado 2 de noviembre me escribió un exalumno (René Molina, actual estudiante de ingeniería mecánica en la Universidad Politécnica de Valencia). Me dijo que había tenido una idea para buscar coches perdidos por la DANA y que había pensado en mí. En ese momento, me pongo con la implementación y el domingo 3 lanzamos tucochedana.es
El proceso es sencillo. Cualquier persona puede dar de alta un coche que piense que está abandonado en un lugar que no le corresponde. «Se pide matrícula, modelo, color, latitud, longitud, dirección, localidad, imagen. Pero sólo es obligatorio registrar la matricula y la dirección», nos explica Soler.
A partir de ahí, el coche entra en la base de datos y cualquier persona puede consultar si su vehículo está entre ellos. Introduciendo la matrícula, el buscador arroja si ha sido registrado. Si el resultado es positivo, «devuelve todo lo relativo al mismo (modelo, color, latitud, longitud, imagen…)».
El proyecto, además, también se ha llevado a Telegram. Detrás de la implementación está Carlos Jiménez. Nos cuenta que es tan sencillo como conectarse al bot y meter la matrícula del coche. «Cada hora revisa las matrículas en la web y si encuentra la que has introducido te envía una notificación por Telegram», nos explica Jiménez.
«En estos momentos, hay 1.902 usuarios registrados y se ha podido notificar a 58 personas que se ha encontrado su coche», nos cita Jiménez sobre el trabajo en Telegram en el momento de escribir estas líneas.
En cuanto a la web, por una cuestión de seguridad y protección de datos, no se puede mostrar un listado con los coches perdidos, por lo que es necesario introducir una matrícula. Lo que sí dispone es de un contador, donde queda registrado que ya se han dado de alta 3.416 vehículos con su matrícula y ubicación.
Como decíamos, hablamos de coches que están en la calle y que deben ser trasladados a las campas provisionales. En estas campas se pondrá en marcha todo el trabajo de los peritos. «Todavía no tenemos una fecha estimada, nadie nos ha dejado entrever cuántos días de trabajo retirando coches tenemos por delante», nos confirman desde REAC.
Desguaces desbordados
Una vez el coche llega a la campa, el perito determinará qué vehículos pueden ser reparados y qué propietarios recibirán el valor venal de su vehículo. Este calor venal es el que estima el Estado y suele ser muy inferior al precio en el mercado.
Todos los modelos que se venden en España quedan registrados en el BOE con un valor, incluyendo la motorización el equipamiento seleccionado. A ese precio se le resta un porcentaje progresivo cuando el coche va cumpliendo años pero no tiene en cuenta el kilometraje realizado o cómo ha sido mantenido el coche. Pasados doce años, siempre se aplica el mínimo pocentaje: un 10% del valor venal del coche.
Cuando el coste de la reparación supera el valor anterior hablamos de un coche dado como siniestro. Ese coche puede arreglarse y, pasando la ITV, volver a un estado de alta con todo en regla para poder circular pero en el historial estará especificado que fue clasificado como siniestro. Desde AEDRA piden a la DGT que en ese historial se especifique que el vehículo fue dado como siniestro por la DANA valenciana y un nuevo propietario que compre el coche tenga la información de que sufrió los daños propios de una inundación.
«Además, estamos en conversaciones con la DGT para tratar de agilizar los procesos burocráticos para dar de baja los vehículos más afectados y comenzar con su tratamiento. Esperamos llegar a una solución en los próximos días», nos confirma Germán Catoira de AEDRA aunque no nos confirma cuándo esperan tener un acuerdo con Tráfico.
Desde AEDRA piden rapidez porque también se han dado casos de pillaje en las campas habilitadas. Catalizadores, o llantas son algunos de los componentes que más atraen a los ladrones. La dificultad para gestionar los vehículos que esperan al perito es evidente y la Guardia Civil trabaja para garantizar su seguridad.
La agilidad empieza a ser imperante. Los desguaces, nos aseguran, están desbordados, se han habilitado campas en terrenos cedidos por particulares y hay vehículos que se están almacenando en un espacio de 80.000 metros cuadrados en la Zona de Actividad Logística (ZAL) del Puerto de Valencia. «Se calcula que hay unos 120.000 vehículos afectados», nos explica Catoira, que están siendo aparcados temporalmente en alguno de los 69 puntos habilitados en su totalidad para su almacenamiento.
Para entender la magnitud de las cifras, en 2023 la DGT registró la baja de 45.990 vehículos en la provincia de Valencia. Aquí se incluyen camiones, vehículos industriales, tractores o motocicletas. Si nos fijamos en los turismos, se dieron de baja 36.858 coches.
«Pero una cosa son las bajas y otras es el tratamiento de esas bajas», recalca Catoira. La Asociación Española para el Tratamiento Medioambiental de los Vehículos Fuera de Uso (SIGRAUTO) cifra en 31.494 los turismos tratados en 2023. Estaríamos hablando que Valencia tiene para reciclar, al menos, entre dos y tres veces los coches que gestiona en un solo año.
«Intentaremos que el reciclaje se quede en Valencia. También por una cuestión de huella de carbono e impactar lo mínimo en el medio ambiente. Pese a ello, si las plantas valencianas no pueden dar a basto, tendrán que moverse los coches a las provincias cercanas», nos explican desde AEDRA.
Esos coches, además, acabarán la mayor parte de ellos reciclados, nos explica Catoira:
Es normal que un vehículo clásico pueda arrancar y funcionar antes que uno moderno, tienen mucha menos electrónica. Un vehículo nuevo es muy probable que quede inservible después de una DANA y muy poco de él se podrá recuperar. Uno antiguo puede andar, tiene muchas más piezas sustituibles… pero que funcione no quiere decir que sea seguro, hay que evaluar en cada caso cómo han quedado
Y a todo lo anterior se suma la complejidad de tratar con los coches eléctricos. «Son un riesgo. No porque sean un riesgo en sí mismos, porque necesitan de un tratamiento especial«, concluye Catoira. Un tratamiento que, como hemos visto en otras ocasiones, comienza desde el traslado de los mismos.
Arturo Miguel Rojo, responsable del área de mecánica de RACE, nos explicaba meses atrás que «lo primero es llamar a los bomberos para que certifiquen que el vehículo se encuentra en condiciones de ser subido a la grúa. Puede haber elementos de alta tensión que estén dañados y es importante que lo compruebe un experto. También que, en caso de sacar de allí el vehículo, luego se mantenga en un espacio abierto y aireado».
En cualquier caso, el trabajo de traslado, peritaje y reciclaje del vehículo se extenderá durante semanas y, probablemente, meses en Valencia. En estos momentos, todavía quedan por sacar vehículos de algunos garajes y en otros casos se mantienen en las calles a la espera de un último traslado.
En los balances provisionales, se estiman daños por valor de 800 millones de euros en vehículos particulares y otros 400 millones de euros en vehículos pesados. A las cifras anteriores hay que sumar unos 200 millones de euros en vehículos dañados dentro de 40 concesionarios que esperaban comprador y que, probablemente, muchos acabarán siendo reciclados sin haber tenido un primer dueño.
Foto | Emergencias de Gran Canaria