En mitad de la crisis demográfica galopante, en el país de la OCDE con más suicidios, el de mayor consumo de alcohol per cápita y el mismo donde una porción de su juventud vive encerrada en sus habitaciones, un movimiento surgió de la nada en Corea del Sur: el 4B. Un grupo de mujeres jóvenes se alzaba como protesta para cambiar el status quo, un movimiento que ahora está traspasando fronteras tras la elección de Trump.
El origen del movimiento. El asesinato de una mujer en 2016 en una estación de tren en Seúl conmocionó a la nación y sirvió como catalizador para el feminismo digital en Corea. Espacios virtuales se convirtieron en plataformas para que las mujeres expresaran su frustración, criticaran normas patriarcales y organizaran protestas. Durante ese tiempo, otros movimientos como el Tal-Corset (que promovía el rechazo a los estándares de belleza) ganaron fuerza y sirvieron de inspiración para el germen del 4B y su desafío, no solo de las normas de belleza, sino también a las instituciones que perpetúan el patriarcado.
Bajo este caldo de cultivo, el 4B fue un paso hasta cierto punto lógico en Corea del Sur como respuesta a la violencia de género, la desigualdad salarial y una cultura que, según sus adherentes, minimiza los derechos de las mujeres. Dicho movimiento surgió en 2019, motivado principalmente por esa indignación ante problemas como la violencia en citas y el denominado revenge porn. Plus: ya lo hemos contado antes, las tasas de natalidad en Corea del Sur son las más bajas del mundo, y muchas mujeres jóvenes simplemente rechazan la maternidad al considerar que los costes personales son demasiado altos.
Qué hay detrás de las siglas. Como decíamos, el movimiento 4B, o «4 Nos», ha ganado fuerza entre las jóvenes que desafían las expectativas sociales de matrimonio, maternidad, relaciones heterosexuales e intimidad. El mismo, cuyo nombre en coreano simboliza «no» (비, bi), se opone a cuatro pilares tradicionales: bihon (no al matrimonio), bichulsan (no a la maternidad), biyeonae (no al romance) y bisekseu (no al sexo). Al rechazar estos aspectos de la vida, las feministas del movimiento buscan redefinir sus vidas fuera de los roles de género tradicionales.
Además, no hay que olvidar que Corea del Sur ostenta uno de los peores índices de brecha salarial de género en la OCDE, lo que refuerza aún más la falta de movilidad social y contribuye al descontento general. Visto así, rechazar las normas de vida convencionales se ha convertido en una estrategia radical para desafiar el patriarcado que persiste en la sociedad surcoreana.
Y entonces llegó Trump. Llegados a 2024, la victoria de Donald Trump ha avivado un nuevo interés por el movimiento en redes sociales estadounidenses, principalmente en forma de virales en plataformas como X, Threads, Reddit o, sobre todo, TikTok, espacios con la misma reivindicación clara: muchas mujeres estadounidenses lo ven como un medio de proteger sus derechos en un contexto de restricciones al aborto y a la salud reproductiva.
Reacción en USA y búsquedas en Google. El interés en el movimiento 4B se ha reflejado en un aumento palpable en las búsquedas de Google sobre el término, además de conversaciones en foros como r/TwoXChromosomes, donde usuarias discuten la posibilidad de adoptar una postura de «celibato» hasta que los hombres demuestren un compromiso genuino con sus derechos. En una publicación viral de X, por ejemplo, una usuaria comentó que: “Es hora de que mordamos nosotras. Las mujeres surcoreanas nos han mostrado el camino”.
Expansión en redes. Son muchas los usuarias de TikTok que han compartido videos sobre el 4B. Por ejemplo, María Barbieri, creadora bajo el alias @girl_dumphim, que compartió un video donde el personaje de Furiosa se corta el cabello y expresa su rechazo a las expectativas patriarcales, acumulando más de 3 millones de vistas. Otra usuaria, @rabbitsandtea, rompió con su “novio republicano” y adoptó el 4B, sumando a la «causa» casi 9 millones de vistas.
Otro video, este con miles de visualizaciones, muestra a una mujer declarando que unirse al 4B fue «la mejor decisión» de su vida. Otras usuarias expresan que el momento para adoptar el 4B ha llegado como una respuesta colectiva para preservar su autonomía en un país que parece priorizar el control sobre sus cuerpos. TikTokers como Dalina, quien había experimentado incidentes de amenazas masculinas y desde entonces decidió unirse al 4B, ahora comparte su experiencia en la plataforma.
Las historias de mujeres estadounidenses como ella reflejan un sentimiento de desesperanza transformado en acción. Barbieri menciona que recibió apoyo de mujeres de todo el mundo, interesadas en el 4B como una respuesta a sus propias experiencias de opresión.
Trending. En general, todo estos vídeos y contenidos que se están subiendo reflejan una tendencia creciente entre mujeres que buscan protegerse de la falta de apoyo a sus derechos y evitar relaciones con quienes no valoran sus vidas. Este resurgimiento del 4B en Estados Unidos no solo es una protesta contra las políticas restrictivas en torno al aborto, sino, como decíamos antes, una manifestación contra el rol tradicional de la mujer en una sociedad que, según las defensoras del 4B, privilegia el control y la reproducción.
Pensemos que en Estados Unidos, figuras conservadoras y en primera plana, como JD Vance y Elon Musk, han expresado interés en promover el aumento de la natalidad mientras respaldan políticas que limitan los derechos reproductivos femeninos, lo que alimenta aún más el debate.
Repercusiones y respuesta social. Como en todo movimiento, a pesar del apoyo, también ha enfrentado críticas. Principalmente de hombres con comentarios negativos y respuestas que han intentado desacreditar el mismo. Una frase común, “tu cuerpo, mi decisión”, que parafrasea a figuras de la extrema derecha, ha aparecido en comentarios, lo que intensifica la reacción defensiva del movimiento.
Algunas usuarias en TikTok, como Ashli Pollard, han afirmado que el 4B les ha permitido reevaluar sus vidas y alejarse de ese tipo de expectativas de género. Pollard, quien ha adoptado el movimiento en los últimos años, expresa que el cambio ha sido revelador y liberador, permitiéndole vivir en sus propios términos. Sin embargo, también reconoce que el movimiento ha sido malinterpretado por algunos como una simple reacción emocional, cuando en realidad es una decisión «profundamente pensada» para su bienestar y autonomía.
Conclusión. Que el movimiento 4B haya traspasado fronteras hasta la realidad estadounidense tras la reelección de Trump como presidente, no puede ser una coincidencia. De fondo: la expansión del movimiento en Estados Unidos revela una necesidad urgente de muchas mujeres de buscar una vida fuera de la opresión del patriarcado y las limitaciones políticas.
La elección de Trump parece haber catalizado todo eso y más, una mayor conciencia sobre esas otras alternativas que tienen las mujeres para protegerse y encontrar nuevas formas de resistencia. Para muchas, el 4B no solo se ha convertido en un símbolo de autonomía, sino en un medio de supervivencia en un contexto que parece cada vez más opresivo.
Imagen | ilham khalid setiawan, Gage Skidmore
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