El río está sonando. Y lo están haciendo sonar, ni más ni menos, The Wall Street Journal (TWSJ) y Reuters, dos medios de comunicación que tienen una credibilidad contrastada. Según ellos TSMC y Samsung, los dos mayores fabricantes de semiconductores del planeta junto a Intel, están considerando seriamente la posibilidad de construir varias fábricas de vanguardia de gran tamaño en Emiratos Árabes Unidos (EAU). No obstante, según estas fuentes no se trata de un proyecto común; cada una de estas compañías tiene su propio plan.
TWSJ asegura que varios altos cargos de TSMC han visitado recientemente EAU con el propósito de explorar la posible expansión de su infraestructura de fabricación. De hecho, este medio vaticina que esta compañía taiwanesa está barajando la posibilidad de construir un campus con varias plantas de vanguardia equiparables a las más grandes que tiene en su país de origen. La inversión total podría superar los 100.000 millones de dólares.
A priori y dado el interés que tiene TSMC en expandir su infraestructura, esta estrategia no parece en absoluto descabellada. De hecho, actualmente está construyendo varias fábricas en Taiwán, EEUU y Japón, y pronto deberían comenzar las obras de su planta de Magdeburgo (Alemania). Sin embargo, hay un punto extraño en todo esto: los ejecutivos de TSMC son conservadores y hasta ahora han reservado sus tecnologías más avanzadas exclusivamente para Taiwán. Sería raro, aunque no imposible, que monten en EAU unas fábricas equiparables a sus mejores plantas taiwanesas.
Por qué Emiratos Árabes
Sorprendentemente, de nuevo según TWSJ, Samsung está planeando dar el mismo paso que TSMC. Lo sorprendente no es que esta compañía surcoreana esté interesada en expandirse en EAU; lo curioso es que su plan coincida en el tiempo con un proyecto esencialmente idéntico de TSMC. Sea como sea según las fuentes del diario TWSJ recientemente varios ejecutivos de Samsung han visitado este país de Oriente Medio con el propósito de otear qué opciones de expansión tienen. Y, al parecer, tienen muchas. El motivo es muy contundente: el Gobierno de EAU parece estar dispuesto a hacerse cargo de la financiación de estas megafábricas.
El interés de EAU puede explicar la coincidencia en el tiempo de los planes de TSMC y Samsung si contemplamos la posibilidad de que ambos proyectos sean una iniciativa de este país de Oriente Medio
De hecho, el interés de la Administración de EAU puede explicar la coincidencia en el tiempo de los planes de TSMC y Samsung si contemplamos la posibilidad de que ambos proyectos sean una iniciativa de este país de Oriente Medio. En este punto es razonable que nos preguntemos por qué este estado árabe está decidido a gastarse este dineral en dos compañías extranjeras. La respuesta es sencilla: al igual que Arabia Saudí, EAU necesita diversificar su economía en previsión de la muy probable pérdida de relevancia a medio plazo del petróleo. Y la tecnología en la coyuntura actual es una apuesta segura.
Además, el potencial de crecimiento de la industria de los semiconductores es abrumador. Solo necesitamos fijarnos en el mercado del hardware para inteligencia artificial (IA) para observarlo. Según la consultora AMR (Allied Market Research) en 2031 el mercado de los chips para aplicaciones de IA tendrá un volumen de facturación de más de 263.000 millones de dólares. Es una auténtica barbaridad, sobre todo si tenemos presente que en 2021 su negocio ascendió a poco más de 11.000 millones de dólares.
En este escenario los tres actores ganan. EAU se gasta una fortuna, sí, pero tiene la capacidad de afrontar esta inversión. Además, le permite reorientar su economía hacia una dirección extraordinariamente sólida. Y, por supuesto, TSMC y Samsung ganan. Como he mencionado unas líneas más arriba, estas dos compañías no han oficializado aún nada, pero ambos proyectos resultan creíbles. Al fin y al cabo estas dos compañías tienen en marcha un ambicioso plan de expansión de su infraestructura de fabricación.
Imagen | TSMC
Más información | The Wall Street Journal | Reuters