
El octogésimo aniversario de la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI) es una ocasión propicia para hacer un balance del pasado y poner la mirada en el futuro, para apreciar la asombrosa resiliencia de la economía mundial tras los recientes shocks sucesivos, y también para refl exionar sobre cómo el FMI y sus países miembros podrían aprovechar esta resiliencia para lograr una mayor prosperidad compartida.