Tras el shock laboral que supuso el cambio forzado y repentino de modelo al teletrabajo durante la pandemia, las empresas tratan de volver a encontrar un equilibrio para afrontar el próximo gran reto: aprovechar la eficiencia que aporta la tecnología para reducir la jornada a 32 horas semanales.
La principal apuesta está puesta en la jornada laboral de cuatro días, pero no todos los sectores pueden permitirse prescindir de un día a la semana, por lo que ya se están presentando otras alternativas.
100 años con 8 horas. Hace mas de un siglo que en España se instauró la semana laboral de 8 horas en cinco días laborales. Sin embargo, los últimos estudios elaborados por la entidad 4 Day Week Global, indican que el modelo de 8 horas está obsoleto porque el tiempo real que se dedica a trabajar se acerca más a las 33 horas. Las 7 horas restantes son mero presentismo laboral y tiempo perdido en tareas no optimizadas.
A por las 32. Estos datos respaldan las hipótesis de quien piensa que el modelo de jornada laboral de 32 horas o de la jornada laboral de 4 días es el que mejor se ciñe a la realidad de las necesidades de empresa y trabajadores, proporcionando flexibilidad laboral, bienestar y un incremento en la productividad por adoptar procesos más eficientes en las empresas.
La semana de 4 días deja fuera a muchas pymes. Uno de los problemas en la adopción de la semana de 4 días en España es la propia naturaleza del tejido industrial. Según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de abril de 2023, el 54,45% de las empresas en España son pymes unipersonales sin asalariados y el 38,70% está formado por pymes de entre 1 y 9 trabajadores con unos márgenes de beneficios muy ajustados. Muchas de ellas se basan en atención directa al público, por lo que el modelo de 4 días no siempre es factible.
En cambio, en estos casos se impone una nueva propuesta: en lugar de distribuir la jornada en 4 días de 8 horas, hacerlo en jornadas de 6 horas y media en 5 días a la semana. Este modelo ya se puso a prueba en Suecia con resultados positivos y muchas empresas lo utilizan durante los meses de verano en un formato de jornada intensiva.
La primera medida: optimizar la jornada. Antes de comenzar los distintos programas piloto de la semana de laboral de 4 días que ya se han puesto en marcha en distintos lugares del mundo incluida Valencia, todas las empresas deben pasar por un periodo de formación y optimización de sus procesos. Es imposible hacer en 4 días lo que antes se hacía en 5 sin aplicar algunos cambios.
Este proceso se basa en incentivar el compromiso de los empleados y en mejorar la productividad utilizando las herramientas tecnológicas adecuadas para cada empresa y optimizar cada proceso en la empresa para evitar duplicidades o gestiones innecesarias. En definitiva, conseguir que cada minuto que se pasa en el trabajo sea productivo.
Mejor conciliación, mayor compromiso. Los resultados de la prueba piloto de la semana de laboral de cuatro días en Reino Unido apuntaron a que la reducción de la jornada laboral aporta beneficios tanto a empresas como a trabajadores. Por un lado, una jornada laboral más cercana a la realidad permite que el 54% de los empleados concilien mejor la vida familiar y laboral. Al tener más tiempo libre para realizar actividades físicas y de ocio, el 39% afirmó estar menos estresado y el 71 redujo su fatiga laboral. Eso incidió directamente en el descenso del 65% en los días de ausencia por baja laboral.
El estudio a largo plazo de la reducción de la jornada laboral, aporta datos reveladores sobre la satisfacción de los empleados con la empresa, reduciendo un 57% la rotación laboral y la intención de renuncia en las empresas que lo aplicaban.
Imagen | Pexels (Andrea Piacquadio)
*Una versión anterior de este artículo se publicó en octubre de 2023