Por mucho que Elon Musk trate de darles un aura de independencia, las empresas de Elon Musk siempre han funcionado como una colmena, y la historia reciente nos ha dejado buenas muestras de ello. Las declaraciones de Elon Musk en X y sus problemas con los anunciantes, terminaron salpicando también a Tesla.
Las primeras voces de alarma. Bradford Ferguson, presidente y director de inversiones de la gestora de activos Halter Ferguson Financial se mostró preocupado en una intervención en un vídeo. La opinión de Ferguson ha encontrado apoyo en otros expertos en inversiones, como Gary Black, fundador de The Future Fund LLC, que coincidía en su análisis de la situación de X y Tesla. El experto analista cree que los problemas financieros de X pueden obligar a Elon Musk a vender una parte importante de sus acciones de Tesla, provocando una venta en cascada que afectaría negativamente al resto de accionistas de la compañía.
La colmena de Elon Musk. Cuando Elon Musk desembarcó en las oficinas de Twitter durante su toma de posesión, lo hizo acompañado de decenas de ingenieros de SpaceX que revisaron el código de la red social.
Del mismo modo, Musk utilizó a SpaceX como monedero personal “pidiéndole prestado” 1.000 millones para comprar Twitter. Por otro lado, Tesla, que nunca había hecho campañas promocionales de sus coches, usó una campaña publicitaria en X para invitar a los accionistas a votar a favor de la retribución milmillonaria de su CEO.
X en caída libre. Aunque parezca increíble, mandar al guano a los anunciantes y luego demandarles, hace que estos no quieran invertir su dinero en la red social de Elon Musk. Según publicaba The New York Times, la situación financiera de X es muy grave, registrando un desplome en los ingresos del 84% en el segundo trimestre del año con respecto al ejercicio de 2022, justo antes de la compra por Elon Musk.
Como publicaba The Guardian en noviembre de 2023, Elon Musk no descartaba el riesgo de una bancarrota en las finanzas de la red social, y eso ocurría antes de que uno de sus principales inversores apuntara un severo recorte en su valoración de la empresa.
Si X se resfría, los inversores de Tesla estornudan. El analista señalaba que los problemas financieros de X pueden obligar a Elon Musk a hacer una aportación de capital adicional a X. El problema es que la fortuna de Elon Musk, estimada en unos 250.800 millones de dólares según Forbes, está basada en buena parte en las acciones de Tesla, por lo que para inyectar este capital que necesitaría X, Musk debe vender acciones de Tesla.
«Esperaría entre 1.000 y 2.000 millones de dólares en acciones. Es un agujero enorme que necesitan tapar», dijo Bradford Ferguson. No es la primera vez que Elon se encuentra en esta tesitura. En octubre de 2022, ante la previsión de que el millonario pusiera a la venta una gran cantidad de acciones de Tesla para hacer frente al pago de 44.000 millones por la compra de Twitter, lo cual tiró a la baja el precio de las acciones.
Compromiso hasta 2025. Para evitar que sus decisiones en X afectaran a los accionistas de Tesla, el millonario les prometió en diciembre de 2022 que no habría más ventas significativas, al menos hasta 2025, tal y como recogía el medio especializado Electrek.
«Podéis contar conmigo, no habrá venta de acciones hasta 2025 más o menos. Tuve que vender algunas existencias solo para asegurarme de que todavía hubiera algo de pólvora seca para tener en cuenta el peor de los casos… No venderé acciones hasta probablemente dentro de dos años. Definitivamente no el próximo año bajo ninguna circunstancia. Probablemente, tampoco al año siguiente», aseguró a sus inversores de Tesla a través de una charla en un Espacio de Twitter.
La encrucijada de Musk. Los acreedores que prestaron 13.000 millones a Elon Musk para la compra de Twitter tienen un compromiso de pago. Si ese compromiso no se cumple, los acreedores pueden optar por incrementar los intereses para la red social o pueden exigir su desembolso inmediato, lo cual obligaría igualmente a Elon a deshacerse de un buen porcentaje de sus acciones de Tesla para pagar su deuda.
Bien sea por inyectar liquidez o por pagar las deudas contraídas por Elon Musk para financiar su compra, lo que los expertos auguran es que Tesla pagará la factura con una caída en el precio de sus acciones. Un golpe más para una Tesla que lucha por levantar cabeza.
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