Hace menos de un mes fueron las elecciones estadounidenses, donde Donald Trump volverá a ser presidente de los Estados Unidos. Además, en el estado referente del petróleo como lo es Texas, Trump ha conseguido el 56% de los votos.
Texas, un estado conocido por ser republicano, ha logrado algo inusual. El pasado mes de mayo superó en energía solar a California y de a poco se ha convertido en una potencia de energía limpia.
Liderazgo en renovables. Durante el segundo trimestre de 2024, Texas ha aumentado su capacidad renovable y de almacenamiento en 2.958MW. En estos últimos cinco años, Texas ha visto como la combinación energética renovable, incluyendo a la nuclear, ha pasado del 31% al 47%. Además, para finales de año hay una proyección de agregar 7,2 GW adicionales.
El impulso renovable. A principios de la década de los 2000, Texas ha desregularizado el mercado eléctrico. Esta situación desembocó en un incremento de la competencia, donde las energías renovables han salido beneficiadas con los créditos fiscales federales.
En el estado de Texas el proceso de conexión de nuevos proyectos a la red eléctrica es más sencillo, lo que también ha ayudado a una rápida expansión. Además, el aumento de los centros de datos y el crecimiento de la industria manufacturera ha contribuido en la inversión de energías renovables y almacenamiento.
Por último, este año la administración de Biden ha invertido 36 millones de dólares en Texas para las energías limpias y el crecimiento de las áreas rurales, lo que ha incentivado el apoyo de estas zonas.
Un factor importante: el almacenamiento. El exceso de energía cuando la oferta es alta sigue siendo uno de los temas a tratar. En este caso concreto, Texas ha invertido en almacenamiento de energía para ayudar a equilibrar la red eléctrica. Esta idea ha llevado a agregar 6,4GW de capacidad en baterías este año, aumentando la estabilidad y reduciendo los problemas por el clima.
Además, la empresa Element Energy ha construido el proyecto de baterías de segunda vida más grande del mundo en el centro oeste de Texas. La instalación con una capacidad de 53 MWh ha reutilizado las baterías de vehículos eléctricas para proporcionar almacenamiento de energía conectado a la red.
Aprovechando la energía eólica. Otros proyectos que posicionan a Texas como un hub de la energía renovable es el proyecto Concho. Un centro de captura directa de aire combinado con energía eólica para atrapar emisiones de CO2.
El objetivo del proyecto es eliminar 30.000 toneladas de CO2 al año en su fase inicial e ir aumentando cada año. El dióxido atrapado será almacenado bajo tierra, lo que tendrá oportunidades económicas para los propietarios de tierras locales.
La llegada de Trump. A pesar de la inversión de la administración Biden en energía renovable para Texas, los planes del estado con Trump pueden ser distintos. Un análisis de BloombergNEF antes de las elecciones hablaba sobre el aumento de la capacidad solar de Texas, pero también el incremento de centros de datos contrarrestaba a las energías limpias.
El futuro de la energía renovable en Texas hasta ahora sabemos que está teniendo un gran año y está intentando mantenerla. El aumento de los centros de datos por la IA va a seguir incrementándose y Biden ha planteado una hoja de ruta en esta materia que podrá tener continuidad con Trump. Ahora bien, el tema de las renovables solo queda esperar, porque el futuro secretario de energía es un magnate del petróleo.
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